Esta cantidad de sacrificios sería la más baja que se ha registrado en aproximadamente 65 años, coincidiendo con los niveles más bajos en el censo de animales desde el año 1948.

El número de novillos sacrificados se vio reducido (-5%) al igual que en el caso de las novillas y los becerros con un 1 y un 3% respectivamente. En el caso del vacuno mayor se sacrificaron 608.000 cabezas, un 5% menos que en 2012.

El peso medio de las canales se redujo en un 2% hasta los 338,8 kg.

Un menor número de animales sacrificados y una reducción del peso de las canales ha conllevado una caída de la producción de carne de vacuno que se situó en 2013 en 843.500 t, un 4% menos que en 2012.