A través de una rueda de prensa, Stéphane Le Foll, ministro francés de Agricultura, ha anunciado la puesta en marcha de una serie de medidas y de ayudas para los ganaderos franceses.

El país debe afrontar situaciones difíciles en su sector ganadero como son los brotes de influenza aviar detectados en el suroeste del país por la que tiene que compensar por las pérdidas a los avicultores y a las empresas. En este área el estado francés va a invertir unos 220 millones de euros a lo largo de los próximos 5 años.

En el caso de la lengua azul, se invertirán 35 millones de euros para compensar tanto a los ganaderos como a los mayoristas y comercializadores que se han visto afectados por la restricción del movimiento de ganado.

También se va a ayudar a los ganaderos por la sequía vivida por el país galo que ha hecho que los pastos para el ganado se reduzcan.

En su intervención, el ministro Le Foll ha invitado a la industria cárnica y alimentaria en general así como a la distribución comercial a que también asuman su "parte de responsabilidad" en la situación que atraviesa actualmente el sector ganadero "para permitir una mejor consideración de los costes de producción en los precios y construir relaciones comerciales más sostenibles".

Específicamente en el caso de los mataderos, pidió que se revisen los métodos de pago a los ganaderos con el objetivo de reflejar los niveles de calidad que tiene el ganado francés.