El incremento en el consumo de carne a nivel mundial viene sobre todo de la mano de los países en vías de desarrollo donde las clases medias están teniendo cada día más facilidades para acceder a la proteína de origen cárnico. Esto está motivando que en países del continente asiático, Latinoamérica, el este europeo y de África se esté registrando una demanda de tecnología cárnica cada vez más fuerte para lograr una mayor y más eficiente producción de carne fresca y de productos cárnicos.

Frente a esto, en los países desarrollados la apuesta clara viene de la mano de la calidad, la seguridad alimentaria y la trazabilidad, además de lograr una mayor eficiencia en la producción, reduciendo el uso de recursos naturales tales como el agua o la energía e incrementando la vida útil de los productos en los lineales de los supermercados.
Si a todo lo anterior añadimos la demanda de procesos más higiénicos y equipos más fáciles de limpiar y manejar, junto a la automatización de procesos y la reducción del personal en las plantas para evitar posibles contaminaciones, estamos ante la inspiración de muchas de las novedades que se han presentado en IFFA y que les mostraremos más adelante.

También en los productos finales hemos visto cómo cada día más se demandan elaborados cárnicos más adaptados a las necesidades de los consumidores, a sus hábitos de vida y requisitos nutricionales.
Una de las tendencias ha sido la del control inteligente durante la producción a través de sensores con tecnologías como los rayos X para verificar la presencia de metales u otros materiales en la carne y productos cárnicos envasados, el control automático del peso de los envases o el uso de la espectroscopia de infrarrojo cercano (NIR) para mejorar los productos.

Y en cuanto al procesado de la carne, la tendencia sigue siendo la automatización a través de la robótica: desde el momento del sacrificio a las áreas de envasado, paletizado y logistica podemos encontrar ya robots trabajando dentro de los centros cárnicos. En cada una de las últimas ediciones de IFFA, desde que comenzaran a verse en 2004 y 2007, vemos cómo los robots tienen nuevas aplicaciones que van desde colocar las salchichas en sus envases desde las máquinas embutidoras a recoger los productos que salen de los hornos de ahumado o a las labores de despiece, campo en el que se inició la entrada de la robótica dentro de la industria cárnica. Hoy en día esta labor es realizada a través de scanners en 3D que analizan la tipología de los animales para así aplicar unos u otros movimientos logrando un mayor aprovechamiento.

Todas estas mejoras pemiten una reducción de costes laborales, de ayuda para las empresas en un momento en que tienen que ser competitivas tanto en sus mercados nacionales como en los internacionales y también por una mayor higiene en la producción.

Por último, quizás una de las tendencias de futuro más importantes que IFFA 2016 nos ha mostrado durante su última edición ha sido la necesidad de incrementar la eficiencia productiva y evitar el desaprovechamiento de recursos naturales como el agua o la propia carne que se procesa, con el objetivo de poder así alimentar a un mundo que cada día estará más poblado.