Tras haber solicitado a comienzos del pasado mes de marzo la puesta en marcha de un proyecto por el que se debía informar en Francia dentro del etiquetado sobre el país de origen de la carne y la leche cuando forman parte como ingredientes de otros productos elaborados o platos preparados, el comisario europeo Vytenis Adriukaitis ha remitido una carta a las autoridades francesas en las que les informa que no hay problema en poner en marcha este sistema en el mercado francés.

El ministro de Agricultura francés, Stéphane Le Foll, junto a la secretaria de Estado de Asuntos del Consumidor, Martine Pinville, van a llevar este proyecto de decreto al Consejo de Estado que será quien, en un periodo de dos meses, para ponerlo en marcha.

El nuevo decreto estaría en marcha a partir del 1 de enero de 2017 y tendría una vigencia o periodo de prueba de 2 años.

Desde el sector vacuno francés, su interprofesional, Interbev, se ha felicitado por esta medida que supondrá "un avance significativo" asegurando que de esta forma los consumidores tendrán información clara y transparente sobre los productos que consumen.

Frente a esto, desde la organización europea FoodDrinkEurope se han mostrado contrarios a esta nueva normativa ya que tendrá un impacto en el mercado europeo con consecuencias negativas para productores y consumidores además de las dificultades para el etiquetado y el incremento de costes de producción.