La lengua azul acentúa la crisis del sector ganadero
La caída de la temperatura, con la llegada del invierno, evitó que se multiplicara el vector transmisor de la enfermedad, que afectó principalmente a las Comunidades Autónomas de Extremadura y Andalucía.nn
El Ministerio suprimió la segunda quincena de diciembre la denominada zona de seguridad, que se estableció dentro de las medidas de protección, para restablecer la normalidad de los movimientos de ganado en algunas zonas de las provincias de Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León. Sin embargo, hasta la fecha siguen restringidos los movimientos en Islas Baleares, Extremadura, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y las provincias andaluzas de Cádiz, Málaga, Huelva, Sevilla y Córdoba, además de las comarcas veterinarias de Jaén y Andújar. En Castilla-La Mancha la zona restringida sigue afectando a las comarcas veterinarias de Oropesa, Belvís de la Jara, Talavera de la Reina y Los Navalmorales, de la provincia de Toledo; y las comarcas veterinarias de Horcajo de los Montes, Piedrabuena, Almadén y Almodóvar del Campo, de la provincia de Ciudad Real.nn
Además, sigue vigente la prohibición por parte de la Unión Europea de las exportaciones de rumiantes vivos (ovejas, cabras, vacas ó ciervos), semen y óvulos en Andalucía, a parte de Jaén, a Cádiz, Málaga, Sevilla, Huelva y Córdoba; en Extremadura, a Cáceres y Badajoz y en Castilla-La Mancha, a Toledo y Ciudad Real.nn
Esta crisis se une al incremento de los costes de producción, consecuencia del mayor precio de los piensos (entre 15 y 25%) empleados en la alimentación del ganado. Sin embargo, esta subida no repercutió en los precios de la carne que, en líneas generales, se mantuvo estable con tendencia descendente, debido a un exceso de producción y a las importaciones procedentes de los diez nuevos países miembros de la Unión Europea.
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