La producción de carne en Alemania cayó un 4,0% hasta 6,8 millones de toneladas en 2023 en comparación con el año anterior. Esta fue la séptima caída consecutiva. En su reunión anual en Munich, la Asociación de la Industria Cárnica (VDF) y la Asociación Federal de Productores Alemanes de Salchichas y Jamones (BVWS) culparon principalmente a la presión regulatoria, la incertidumbre política y los aumentos de costos. Según las dos asociaciones, esto conducirá a una reducción de las poblaciones de ganado vacuno y porcino y aumentará la presión para la consolidación en la industria dedicada al sacrificio de animales. Esto ya ha provocado cierres de empresas y ventas. Las restricciones a las exportaciones causadas por la peste porcina africana (PPA) también se citan como una carga.

En Alemania reina un ambiente de sobrerregulación e incertidumbre en la producción de carne y productos cárnicos, informó el presidente de la junta directiva de VDF, Martin Müller. Según la presidenta de BVWS, Sarah Dhem, la industria transformadora, que en su mayor parte es de tamaño mediano, se enfrenta a cargas económicas como los altos precios de la energía y las materias primas, así como el aumento de los salarios. Estos enormes aumentos de costes dificultan que las empresas ofrezcan sus productos a precios razonables, explicó Dehm. En tiempos de inflación, los consumidores se vuelven aún más sensibles a los precios. Todo el sector pide que se ponga fin a las molestias, las complicaciones y la burocracia innecesaria, que dificultan cada vez más nuestro trabajo en un entorno de mercado ya difícil, destacó Dhem.

Los mataderos y las empresas procesadoras están muy preocupados por los efectos negativos de diversas normas legales en Alemania. En particular, las medidas del gobierno alemán dificultan el acceso al mercado de la UE y dan a los productos extranjeros una ventaja competitiva, según ambas asociaciones. Critican un posible impuesto que aumenta el precio de los alimentos de origen animal para financiar el bienestar animal. Sin contratos a largo plazo entre el Estado y los productores, estos fondos no beneficiarían a los ganaderos y sólo servirían para controlar el consumo y reducir aún más la ganadería. Los consumidores ya podrían apoyar la transformación hacia un mayor bienestar animal comprando productos de la Iniciativa de Bienestar Animal (ITW) con estándares de cría más altos.

Sin embargo, VDF y BVWS no sólo critican, sino que también ven avances positivos. La tasa de inflación general y de los alimentos está cayendo, lo que aumenta la disposición a gastar y estabiliza el consumo de carne. Se acogen expresamente con satisfacción los esfuerzos del Ministerio Federal de Agricultura para reabrir los mercados de exportación tras el cierre de la PPA, por ejemplo en Corea del Sur.

Müller se refirió a las recientes conversaciones entre el canciller Olaf Scholz y el ministro federal de Agricultura, Cem Özdemir, en China. Estos fueron importantes impulsos para futuras negociaciones entre los gobiernos sobre la apertura del mercado para la carne de cerdo alemana, afirmó el presidente de la junta directiva del VDF.