La demanda de nuevos productos y las necesarias mejoras en los procesos productivos obligan a los fabricantes a buscar nuevas formas de conseguir mejorar la calidad y productividad, respetando al máximo el medio ambiente.

Conocedores de esta problemática, Japón y EE.UU. ya están incorporando en sus legislaciones normas que hacen referencia directa o indirecta a limitaciones sobre el uso de disolventes orgánicos. Esta circunstancia ya está incidiendo de manera significativa en aquellas empresas con vocación exportadora hacia dichos países.

En los sectores agroalimentario, químico, farmacéutico y cosmético se están realizando importantes avances en esta dirección, ya que cada vez se conocen más los resultados negativos que determinados procesos de fabricación convencionales, que utilizan disolventes orgánicos, tienen en el medio ambiente y sobre la salud de las personas.

En este contexto, las tecnologías basadas en fluidos supercríticos presentan grandes ventajas, ya que pueden emplearse en multitud de operaciones básicas (extracción, reacción, cristalización, microencapsulación, cromatografía...) y permiten obtener productos de alto valor añadido libres de disolventes, sin degradaciones térmicas de los principios activos, recuperados gracias a sus bajas temperaturas de trabajo.

Los fluidos supercríticos se están utilizando a escala industrial en diversas aplicaciones extractivas y no extractivas. Entre otras, la obtención de extractos herbales a partir de plantas aromáticas, de extractos de especias para colorantes alimentarios, aceites esenciales, etc; el fraccionamiento de bebidas para desalcoholización, la mejora de propiedades de alimentos (desgrasado de alimentos, extracción de colesterol de aceites, carnes y lácteos...), la descafeinización del café, la recuperación de la nicotina del tabaco, la obtención de principios activos, operaciones de desinfección, impregnación, microencapsulación, el fraccionamiento de productos pesados del petróleo, etc.

Se trata, por lo tanto, de una tecnología puntera con grandes posibilidades, ya que es una nueva vía para la obtención de productos de origen natural, permite el desarrollo de nuevos procesos no contaminantes y posibilita el desarrollo de un sector terciario dirigido hacia la nueva tecnología.

Pese a su demanda creciente y utilización en otros países como EE.UU., en España todavía es una tecnología en gran medida desconocida por la industria y aquellas empresas que la utilizan contratan estos servicios en otros países, ante la carencia de oferta tecnológica en fluidos supercríticos en nuestro país. Por ello, ainia ha creado una empresa de base tecnológica, ALTEX, con grandes potencialidades de crecimiento.

De cara a dar a conocer esta tecnología, ainia ha decidido organizar unas jornadas técnicas divulgativas, dirigidas a empresarios, profesionales y técnicos interesados en conocer nuevas tecnologías en las que apoyarse para innovar y mejorar sus procesos productivos. En estas jornadas se darán a conocer las aplicaciones y posibilidades de los fluidos supercríticos en los sectores químico, farmacéutico y alimentario. Asimismo, el curso tendrá un componente también práctico, utilizando para ello las plantas piloto de que se dispone en ainia.

La jornada técnica tendrá lugar en Madrid el 7 de junio y el taller práctico en Valencia el 14 de junio.