Espinosa destacó que el sector porcino español debe afrontar muchos retos para ponerse a la cabeza, desde apostar por un buen estatus sanitario de la cabaña porcina hasta llevar a cabo cambios estructurales que permitan una mejor adaptación a las nuevas demandas sociales y competir en un mercado global.

Por su parte, la subdirectora del porcino de la Dirección General de Ganadería, Esperanza Orellana, anunció que a partir de septiembre la ventanilla única que permite obtener los certificados de exportación vía telemática se ampliará a todos los países y productos, ya que hasta ahora funcionaba de forma piloto sólo para Rusia.

Orellana destacó que el principal reto para el sector porcino en los próximos años es buscar nuevos mercados de exportación en países terceros, ya que el consumo de carne de porcino en la Unión Europea lleva estancado algunos años y no parece que vaya a evolucionar al alza.

Apuntó que siendo uno de los principales productores mundiales de porcino, en el ránking de exportadores ocupamos aún el sexto lugar por lo que hay que incentivar la mentalidad exportadora entre la industria y el sector, para lo que es necesario una mayor concentración. Además, señaló que para favorecer la mentalidad exportadora hay que fomentar el conocimiento y la formación en los trámites y condiciones para lograr los certificados de exportación y ahondar el la protección del estatus sanitario de la cabaña porcina, especialmente frente a enfermedades como el Aujeszky y la salmonella.

También participó la coordinadora de la Red de Alerta Sanitaria del Ministerio de Agricultura, Beatriz Muñoz, quien destacó que el sector porcino español, el segundo en la Unión Europea a nivel de censo con cerca de 25 millones de cabezas, tiene una tasa de autoabastecimiento del 125%, por lo que es fundamental ahondar en la exportación.

Muñoz insistió en que la principal barrera comercial para la exportación de animales para vida es la enfermedad de Aujeszky, ya que implica restricciones al movimiento de ganado de las zonas afectadas y destacó el compromiso del MAPA para erradicar esta epizootia con el Plan aprobado hace apenas diez días.

Anunció que para 2007 se propondrá a la Unión Europea que las provincias de Zamora, León, Palencia, Burgos, Valladolid y Avila se incluyan entre las zonas con situación sanitaria buena consolidada y gran concentración de explotaciones que aún vacunan frente al Aujeszky.

Avanzó que otra enfermedad para la que el sector debe ponerse a trabajar es la salmonella, ya que para 2009 será obligatorio un Plan de Control en las explotaciones de cerdos de abastos y para 2012 en las de reproductoras.

Durante su intervención, el catedrático de Producciones Animales de la Universidad de Murcia, Antonio Muñoz Luna, resaltó que el modelo productivo comunitario ha perdido la batalla de los precios frente a las producciones de terceros países, ya que frente a un coste medio de producción en la UE de 1,32 euros por kilo en canal competimos con los 0,73 euros del porcino brasileño.

Así el sector comunitario necesita diferenciar sus producciones porcinas apostando por la calidad, la seguridad alimentaria y la comodidad interiorizando los costes de sanidad, bienestar y medioambiente, para estar cerca del consumidor.