El Jamón Serrano aporta ácidos grasos monoinsaturados que colabora en la prevención de las enfermedades cardiovasculares
Las dos asociaciones nacionales que han colaborado, American Dietetic Association y Dietitians of Canada, están de acuerdo en que la grasa es un nutriente necesario para el organismo y por ello debe estar presente en la alimentación.
Por todas estas razones se recomienda que, aproximadamente, el 30% de la energía diaria sea aportada por las grasas. Dentro de este porcentaje es muy importante vigilar el tipo de grasa que se ingiere. La opción más saludable es que sean en su mayor proporción insaturadas, como los que presenta el Jamón Serrano. son las grasas insaturadas, que están presentes en el Jamón serrano.
En 100 gramos de Jamón Serrano hay 4,5 gramos de grasas que presentan un equilibrio sano ya que tienen una gran proporción de ácidos grasos insaturados (más del 55%), principalmente ácidos grasos monoinsaturados, destacando el ácido oleico, presente también en el aceite de oliva, con un efecto beneficioso en los niveles de colesterol plasmático.
Incluso el colesterol es necesario para un correcto funcionamiento de las funciones vitales, pero se hace indispensable hablar de los dos tipos de colesterol existentes, HDL o colesterol bueno y LDL o colesterol malo. Lo más beneficioso es reducir los niveles sanguíneos de colesterol LDL y aumentar el nivel de HDL. Las grasas insaturadas presentes en el Jamón Serrano, como el ácido oleico, contribuyen en este control del HDL y LDL. Existen muchos estudios que indican que los ácidos grasos monoinsaturados ejercen una protección contra el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria.
La resistencia a la insulina es otra de las enfermedades que se engloban dentro del síndrome metabólico. Ésta puede estar influenciada directamente por la composición de la dieta. En este sentido, un estudio realizado por el Departamento de Medicina Experimental de la Universidad Médica Federico II en Nápoles, mostró que una dieta con un alto contenido de grasa monoinsaturada disminuiría la resistencia a la insulina comparándola con una dieta con elevado contenido en grasa saturada. Sin embargo, este efecto positivo desaparecería si el consumo total de grasa supera el 38% de la energía total.
El Jamón Serrano es un alimento con un apreciado sabor y un buen perfil lipídico. Además su aporte de calorías es moderado, ya que 100 gramos de Jamón Serrano aportan, como media, 160 kilocalorías, por lo que podría indicarse incluso en una dieta hipocalórica en la que además se quisiera colaborar en la prevención de la aparición de todas estas enfermedades englobadas dentro del denominado síndrome metabólico.
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