Varsovia aceptó cumplir la principal exigencia de Moscú, permitir que inspectores veterinarios rusos inspeccionen los establecimientos cárnicos polacos.

Los recientes cambios políticos que se han producido en Polonia han contribuido a despolitizar este problema. En opinión de los expertos, Polonia depende fuertemente de sus exportaciones a Rusia, y a ello se debe su acentuado interés en que el embargo sea levantado.

Según datos proporcionados por el Ministerio de Agricultura de Polonia, antes de que fuera decretado el embargo, las ganancias actuales por concepto de exportaciones de productos cárnicos a Rusia totalizaban unos 400 millones de euros, un 5% de todo el volumen de las exportaciones polacas.